Conseguimos que, dentro de la Comisión de Fiestas del Distrito, se creara un grupo que trabajara sobre la mejora de la sostenibilidad de las fiestas respecto a los vasos y otro grupo para trabajar sobre los concursos del Distrito que todavía no habíamos mejorado y tratar de que fueran más participativos.

Respecto al recinto ferial, solicitamos a la Junta Municipal que no hubiera licitación en bloque de las tres fiestas (San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma) y conseguimos una solución parcial. La Junta propuso la fragmentación en lotes de las fiestas, sin separar a San Lorenzo del conjunto y, finalmente, se fragmentó el contrato en varios lotes: infraestructuras (escenario, equipo, etc.), programación e iluminación ornamental, baños químicos, etc. De manera que mantuvimos, como el año anterior, una gestión directa para las fiestas de San Lorenzo -EL SUELO DE LAVAPIÉS NO SE VENDE -, mientras que en San Cayetano y La Paloma, la gestión continuó siendo indirecta.

También propusimos sacar del folleto informativo de actividades del Distrito, las fiestas de San Lorenzo, pero no lo conseguimos y nos encargamos de hacer uno para las fiestas de Lavapiés, de manera que, por primera vez, tuvimos un folleto propio. Y no solo folleto propio. Como no había forma de desligarse de las otras dos fiestas del Distrito Centro y dado que sentíamos que la Junta no debía dar un tratamiento homogéneo a los tres barrios porque cada uno tiene sus propias características, decidimos organizarnos para tener, por primera vez, un cartel propio.

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